Loco Amor Azul

7 julio, 2015 

Cruz Azul forma parte de la vida de cada uno de de los que formamos la familia celeste, que cada semana esperamos con ansias verte jugar, al equipo de nuestros amores, es un sentimiento único irle a la máquina, es un amor inexplicable porque por más decepcionante que sea torneo tras torneo. los fieles celestes seguimos a tu lado, si se le exigen a los jugadores es porque los millones de aficionados nos gustaría que defendieran la playera como nosotros la defendemos y la portamos con orgullo cada fin de semana.

Cruz Azul es un amor imposible de renunciar, muchos seguiremos, pero también debemos de exigir que regresen al club al lugar donde le pertenece, Cruz Azul no puede más ser mediocre, no nacimos para ser mediocres, desde nuestras entrañas nacimos todos grandes y GRANDE debe quedarse, para conservarse como tal en la eternidad. Aquel azul de los 70’s en el cual millones de niños se hicieron celestes y hasta la fecha siguen siendo azules, hoy la triste realidad es diferente, las nuevas generaciones no quieren ser parte de nosotros, porque nunca nos han visto campeones y se van con otros equipos que si lo han logrado.

Te amo Cruz Azul y aunque es frustrante no verte campeón de liga, seguirán ahí los millones de aficionados que nunca te han dado la espalda, ojalá y regreses pronto del sueño profundo en el que estás y vuelvas hacer vibrar a tu afición como hace tiempo no lo haces. Es momento de hacer a que tu afición vuelva al azul y salga con una sonrisa porque vió un partido digno de tu grandeza , si fracasas hazlo pero jugando como una verdadera máquina jugándotela hasta el final, que se vea que quieres volver.

Nunca se te negará el apoyo , ni se te cambiará por ningún club, pero también es entendible que muchos pongan en pausa su afición hacia tu colores, no eres tú azul, no es tu historia lo que lo haces a poner pausa, es las decisiones administrativas que toman los que te manejan que hacen cosas sin voltear a ver tu historia.

Pero no temas equipo, porque nosotros seguiremos coreando tu nombre, portando la playera, con el mismo amor con el que nacimos cada uno de nosotros.